Carreras de caballos, prueba de velocidad entre dos o más caballos,
normalmente de la raza pura sangre, que son conducidos o montados sobre una pista
especial. Uno de los deportes más antiguos y todavía popular en la mayoría de los
países, es también uno de los más organizados y comercializados. Abarca lo que
técnicamente se denomina carreras lisas (que son el objeto principal de este artículo),
carreras de trotones o arneses y carreras de obstáculos.
Las carreras lisas son pruebas entre dos o más caballos de silla, normalmente de pura
sangre, montados por yóqueys (jockeys) que se desarrollan en pistas construidas
especialmente para ello o hipódromos, durante un recorrido que puede variar normalmente
desde 396 m hasta 22,4 km. El deporte se llama carreras lisas para diferenciarlo de otras
carreras de caballos, que consisten en saltar sobre obstáculos que dan el nombre a otro
deporte: carreras de obstáculos. Para igualar la competición entre caballos de una clase
determinada, cada animal tiene asignado un handicap o compensación de peso basado en
factores tales como su edad, su sexo, sus récords anteriores y la experiencia del
yóquey. Se colocan barras de plomo debajo de la silla para igualar la diferencia entre el
peso asignado y el peso del yóquey.
Caballos de carreras de pura sangre
Todos los caballos de pura sangre modernos tienen como ancestros comunes a uno o más de
los tres principales sementales: Byerly Turk, Darley Arabian y Godolphin Barb, que fueron
importados a Gran Bretaña desde Oriente Próximo y Norte de África entre 1689 y 1724.
Cruzados con yeguas inglesas fuertes, dieron hijos que poseían velocidad y resistencia.
Los pura sangre que compiten en carreras organizadas están registrados en los libros de
registro genealógico de caballos de su país de nacimiento.
Cuando los caballos destinados a las carreras cumplen dos años comienzan un entrenamiento
que implica la aceptación del peso y las órdenes de un jinete. Aunque algunos caballos
de dos años participan en carreras, un pura sangre está en su mejor momento entre los
tres y los cinco años; sin embargo, algunos caballos con más de diez han competido con
éxito. Existen carreras para caballos y para yeguas pero la mayoría de ellas están
abiertas a ambos sexos. Una yegua se conoce como potranca hasta su quinto año e
inmediatamente pasa a ser una yegua. Un caballo castrado de cualquier edad es un capado.
Un caballo no capado es un potro hasta los cinco años y a partir de entonces será
simplemente un caballo o un semental.
Los sementales campeones son de gran valor para sus propietarios, no sólo por las
ganancias conseguidas en las carreras, sino también porque otros propietarios de caballos
y criadores pagan sumas considerables (derechos de yeguada) por el privilegio de cubrir
sus yeguas con esos sementales. La expectativa es que el hijo (llamado cría) se convierta
también en campeón.
En la década de 1960 la compra realizada por cooperativas de criadores de caballos de
pura sangre se convirtió en una práctica muy extendida. Cada miembro del sindicato
compra una parte del caballo, normalmente entre un cuarto y un décimo, pero a veces
menos.
Hipódromos y pistas
Las pistas de carreras no son uniformes en su construcción o tamaño. Las pistas en
Europa son de diferentes tipos de hierba. Los caballos en Canadá y Estados Unidos siempre
corren en dirección contraria a las agujas del reloj, mientras que en Europa y otros
lugares lo hacen en ambas direcciones. Las pistas más importantes de Estados Unidos son
óvalos de una milla de longitud compuestas por una pista de tierra o arcilla por la parte
externa y normalmente algunas pistas internas paralelas de césped o hierba.
Tipos de carreras
La mayor parte de las carreras de pura sangre se celebran sobre distancias que van desde
tres cuartos de milla hasta una milla y un octavo. Las carreras se clasifican en varios
tipos.
Las carreras con premios comprenden normalmente caballos de la misma edad, a los que
inicialmente se les asigna el mismo peso. Posteriormente se pueden hacer ciertas
compensaciones; por ejemplo, dar a las potrancas una ventaja de 2,3 kilogramos respecto a
los potros. Las carreras de premio reciben su nombre debido a la inscripción que pagan
los propietarios de los caballos. Estas inscripciones, a las que los hipódromos añaden
una contribución, constituyen la cantidad total de dinero que se reparten normalmente
entre los cuatro primeros clasificados.
Las carreras 'handicap' se celebran entre caballos de edades diferentes. Al caballo
considerado superior se le asigna un peso mayor, y los caballos considerados inferiores
reciben un handicap u obstáculo proporcionalmente inferior.
También se encuentran las carreras garantizadas, en las que los premios los fijan las
autoridades según el número de participantes; y hay carreras con subasta, en las que los
ganadores deben ser subastados inmediatamente después de terminar la carrera. El ganador,
no obstante, puede ser comprado por su propietario y el resto de los caballos puede
comprarse por el valor del precio anunciado más el valor del premio o fondo. Propietarios
y entrenadores expertos pueden obtener por este procedimiento caballos a precio de ganga
de sus anteriores dueños, los cuales subestimaron el potencial de sus animales.
Otros tipos de carreras son las que enfrentan a dos caballos frente a frente, y los
'walkovers'. En las carreras cara a cara se suelen enfrentar en un duelo los caballos de
más éxito de la temporada. Un walkover sucede cuando sólo un caballo ha sido retirado
de la línea de partida para la carrera. Los caballos deben inscribirse con algunas horas
de antelación a la salida. Para ganar un walkover, el caballo rezagado debe cubrir la
distancia de la carrera.
Procedimientos de carrera
La duración de la temporada y el número de carreras varía de unos países a otros, pero
normalmente cubren varios meses y se realizan varias carreras en un día.
Las carreras de caballos siguen un procedimiento estrictamente organizado. Los caballos se
ensillan y los yóqueys los montan en los corrales a la vista de los espectadores. Ya
montados, son conducidos hasta la salida y se colocan los caballos en los cajones de
salida, que se encuentran dentro de la línea de salida. Cuando todos están colocados en
su lugar, el operario encargado de dar la salida aprieta un botón que abre todos los
cajones al tiempo. En Europa la salida puede ser de esta forma o alineando los caballos
detrás de una barrera.
La estrategia es muy importante en las carreras, especialmente en las carreras de una
milla o más largas. Los caballos que tienen una salida fulgurante se sitúan en cabeza
desde el inicio, mientras que los yóqueys con caballos a los que se conoce como 'los que
vienen de atrás', galopan más despacio al principio reservando fuerzas para el sprint
final. Que los caballos mantengan su velocidad inicial o cedan ante otros competidores
más rápidos dependerá de la calidad y condición de los animales y de otras variables,
llamadas suerte de la carrera, entre las que se incluye si el yóquey hace o no los
movimientos correctos en el momento adecuado.
Las carreras están controladas por jueces y registradas en una película. Además se
utilizan células fotoeléctricas que miden el tiempo del caballo ganador en lugares
específicos alrededor del hipódromo y en la línea de meta.
Yóqueys y entrenadores
La mayoría de los yóqueys aprenden a manejar a los caballos como mozos o ayudantes de
establo, montándolos en salidas por las mañanas. Los yóqueys deben medir como metro y
medio y pesar alrededor de 48 kilos. Comienzan su carrera como aprendices recibiendo
permisos para montar hasta que han ganado un número específico de carreras. Los yóqueys
llevan colores y gorras distintivas que identifican al propietario del caballo. Deben
montar para un propietario en particular o aceptar lo que les ofrezcan los entrenadores.
Cobran un sueldo fijo por cada carrera y un porcentaje de los premios que ganen en sus
montas.
Los entrenadores preparan a los caballos para las carreras y se ocupan de mantener la
condición de los animales durante su vida competitiva. Los entrenadores también
seleccionan las carreras en las que deben participar los caballos, teniendo en cuenta
factores como la distancia y la calidad de la competición. Igual que los yóqueys, los
entrenadores deben estar bajo contrato con un propietario determinado o supervisar
caballos que pertenezcan a varios propietarios y también, como ellos, reciben un
porcentaje de las ganancias conseguidas.
Oficiales
Las carreras son un deporte supervisado con mucho cuidado. Los jueces de las carreras
identifican a cada caballo antes de cada carrera y efectúan pruebas para detectar la
presencia de medicamentos o drogas que puedan afectar al desarrollo de la carrera. Existen
vigilantes que controlan el progreso de la carrera y una cámara de alta velocidad que
registra las llegadas a meta para determinar el ganador en casos de duda. Los órganos
competentes pueden descalificar a caballos y penalizar a yóqueys por infracciones como
interferencias o montas peligrosas.
Apuestas
Las apuestas son un elemento importante en la popularidad de las carreras de caballos.
Cuatro tipos distintos de apuestas han sido populares en tiempos diferentes: apuestas
simples entre individuos; apuestas en las que todo lo apostado se reparte entre los
ganadores; corredor de apuestas, en donde individuos especulan ofreciendo pagos a cada
caballo y aceptando apuestas contra sus predicciones; y las que se efectúan con máquinas
para registrar las apuestas. Estas últimas derivan de Francia y son un sistema bajo el
cual las ganancias están en función de la cantidad que ha sido apostada a un caballo
determinado, en relación con la cantidad total apostada a todos los caballos de la
carrera. Los tickets ganadores se pagan después de haberse conocido los resultados
oficiales, una vez que se han calculado las cantidades que se deben abonar.
Las combinaciones de apuestas comprenden más de un caballo. Entre estas combinaciones
está la doble diaria, en la que el apostante debe predecir los ganadores de dos carreras
consecutivas (normalmente las dos primeras del día), comprando el ticket con anterioridad
a la celebración de las carreras. Una variación de la doble diaria es apuesta de seis o
de tres, en la que el apostante debe seleccionar los ganadores de seis o de tres carreras
consecutivas.
Historia
La historia de las carreras de caballos data del siglo X a.C. Anteriormente no se habían
criado caballos lo suficientemente robustos para transportar jinetes a lo largo de
distancias significativas, aunque era normal el uso de caballos tirando de carros. La
primera carrera formal de caballos montados por jinetes tuvo lugar en la antigua Grecia.
En tiempo de los romanos (753 a.C. hasta el 476 d.C.), se celebraron carreras de caballos
ocasionalmente, aunque las carreras de carros o cuadrigas eran mucho más frecuentes.
Después de la caída de Roma en el siglo V declinaron en Occidente la cría y las
carreras de caballos.
En el siglo VI se introdujo la monta a caballo en Oriente Próximo por misioneros
musulmanes que viajaron a caballo buscando conversos. Cuando los árabes conquistaron
España en el siglo VIII montaban caballos fuertes y veloces de un tipo de cría
desconocido hasta entonces en Europa; también usaban estos caballos para tirar de
vehículos. La fama de los corceles árabes se extendió en siglos posteriores por toda
Europa. En 1110 Enrique I de Inglaterra importó desde España un semental árabe. El
semental y otros caballos árabes fueron apareados más adelante con caballos ingleses,
que eran fuertes pero lentos, para criar caballos veloces y útiles para la guerra.