Mozart, Wolfgang Amadeus (1756-1791), compositor austriaco del periodo
clásico. Uno de los más influyentes en la historia
de la música occidental.
Nació el 27 de enero de 1756 en Salzburgo, y lo bautizaron con el nombre de Johannes
Chrysostomus Wolfgang Amadeus
Mozart. Estudió con Leopold Mozart, su padre, conocido violinista y compositor que
trabajaba en la orquesta de la corte del
arzobispo de Salzburgo.
Mozart, el niño prodigio
A los seis años Mozart era ya interprete avanzado de instrumentos de tecla y eficaz
violinista, a la vez que hacía gala de una
extraordinaria capacidad para la improvisación y la lectura de partituras. Todavía hoy
se interpretan cinco pequeñas piezas
para piano que compuso a esa edad. En 1762 Leopold comenzó a llevar a su hijo de gira por
las cortes de Europa. Durante
este periodo compuso sonatas, tanto para clave como para violín (1763), una sinfonía
(1764), un oratorio (1766) y la ópera
cómica La finta semplice (1768). En 1769 fue nombrado Konzertmeister del arzobispado de
Salzburgo, y en La Scala de
Milán el Papa le hizo caballero de la Orden de la Espuela Dorada. Ese mismo año compuso
Bastien und Bastienne, su primer
singspiel (tipo de ópera alemana con partes recitadas). Al año siguiente le encargaron
escribir su primera gran ópera,
Mitrídates, rey del Ponto (1770), compuesta en Milán. Con esta obra su reputación como
músico se afianzó todavía más.
Mozart volvió a Salzburgo en 1771. El cargo de Mozart en la ciudad no era remunerado,
pero le permitió componer un gran
número de obras importantes durante seis años, eso sí, en detrimento de su situación
económica. En 1777 obtuvo permiso
para dar una gira de conciertos, y se fue a Munich con su madre.
Tiempos difíciles
A la edad de veintiún años Mozart buscaba en las cortes europeas un puesto mejor
remunerado y más satisfactorio, pero sus
deseos no se cumplieron. Marchó a Mannheim, capital musical de Europa por aquel entonces,
con la idea de conseguir un
empleo en su orquesta, y allí se enamoró de Aloysia Weber. Leopold envió a su esposa e
hijo a París. La muerte de su madre
en la capital francesa en 1778, el rechazo de Weber y el desprecio de los aristócratas
para quienes trabajaba hicieron que los
dos años transcurridos entre su llegada a París y su regreso a Salzburgo en 1779 fueran
un periodo negro en su vida.
Ya en su ciudad natal, Mozart compuso dos misas y un buen número de sonatas, sinfonías y
conciertos. Estas obras revelan
por primera vez un estilo propio y una madurez musical extraordinaria. El éxito de su
ópera italiana Idomeneo, rey de Creta,
encargada y compuesta en 1781, hizo que el arzobispo de Salzburgo le invitara a su
palacio, en Viena, pero se sintió explotado
y decidió marcharse. Se dedicó entonces a dar clases en una casa que alquilaron para él
unos amigos. Allí compuso el
singspiel, El rapto en el serrallo, encargada en 1782 por el emperador José II.
Ese mismo año se casó con Constanze Weber, hermana menor de Aloysia; juntos vivieron
acosados por las deudas hasta la
muerte de Mozart. Las óperas Las bodas de Fígaro (1786) y Don Giovanni (1787), con
libretos de Lorenzo Da Ponte,
aunque triunfaron en Praga, no fueron bien recibidas en Viena. Desde 1787 hasta la
creación de Così fan tutte (1790, también
con libreto de Da Ponte), Wolfgang no recibió nuevos encargos de óperas. Para la
coronación del emperador Leopoldo II en
1791 compuso La clemenza di Tito, con libreto de Metastasio. Las tres grandes sinfonías
de 1788 nº 39 en mi bemol, nº 40 en
sol menor y nº 41 en do (Júpiter) nunca se interpretaron bajo su dirección. Mientras
trabajaba en La flauta mágica (1791, con
libreto de Emmanuel Schikaneder), el emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó
una misa de réquiem. Esta obra,
inacabada por la muerte de Mozart, fue su última composición, que terminó Franz
Süssmayr, discípulo suyo. Mozart murió en
Viena el 5 de diciembre de 1791, se cree que por una dolencia renal crónica. Sólo unos
pocos amigos fueron a su funeral. La
leyenda por la cual el compositor italiano Antonio Salieri pudo haber asesinado a Mozart
carece de todo fundamento.
Su obra
A pesar de su corta vida y malograda carrera, Mozart se encuentra entre los grandes genios
de la música. Su inmensa
producción (más de 600 obras), muestra a una persona que, ya desde niño, dominaba la
técnica de la composición a la vez
que poseía una imaginación desbordante. Sus obras instrumentales incluyen sinfonías,
divertimentos, sonatas, música de cámara
para distintas combinaciones de instrumentos, y conciertos; sus obras vocales son,
básicamente, óperas y música de iglesia.
Sus manuscritos muestran cómo, salvo cuando hacía borradores de pasajes especialmente
difíciles, primero pensaba la obra
entera y luego la escribía. Su obra combina las dulces melodías del estilo italiano, y
la forma y contrapunto germánicos. Mozart
epitomiza el clasicismo del siglo XVIII, sencillo, claro y equilibrado, pero sin huir de
la intensidad emocional. Estas cualidades
son patentes sobre todo en sus conciertos, con los dramáticos contrastes entre el
instrumento solista y la orquesta, y en las
óperas, con las reacciones de sus personajes ante diferentes situaciones. Su producción
lírica pone de manifiesto nueva unidad
entre la parte vocal y la instrumental, con una delicada caracterización y el uso del
estilo sinfónico propio de los grandes grupos
instrumentales.